viernes, 29 de mayo de 2020

ESTIMULACIÓN BASAL


La Estimulación Basal es un concepto para el desarrollo de personas con gran afectación a nivel intelectual, motriz, sensorial..., personas con una falta total o casi total de autonomía y una incapacidad para comunicarse a través de un canal simbólico. Mediante la estimulación basal se intenta dar una visión positiva de la discapacidad, basada en las capacidades de la persona, y a partir de ahí desarrollar una forma de potenciar la comunicación, la interacción y el desarrollo,  orientada en todas sus áreas a las necesidades básicas del ser humano.

Se parte de unas áreas básicas de percepción, que se desarrollan en la etapa embrionaria y serán la base del desarrollo humano: somática, vestibular y vibratoria.
Se parte de unas áreas básicas de percepción, que se desarrollan en la etapa embrionaria y serán la base del desarrollo humano: somática, vestibular y vibratoria.
  • Somática: La estimulación somática busca la percepción de la unidad y el límite corporal, la diferencia entre la persona y el medio exterior, utilizando todo el cuerpo, y especialmente la piel, como órgano perceptivo. No hay que confundirla con la táctil.
  • Vibratoria: También busca la percepción interna del cuerpo, mediante la percepción de las ondas vibratorias, sonoras o no, que se transmiten por los huesos y otras cajas de resonancia internas.
  • Vestibular: Busca el desarrollo de la orientación espacial y la construcción del equilibrio. La consciencia de los cambios del propio cuerpo en relación al espacio. 
Pero la estimulación basal no es solamente un bombardeo de experiencias y estímulos, ni es necesario contar con una sala sofisticada de estimulación. Es un concepto 24 horas, un proceso educativo que pretende dar a nuestros alumnos un papel protagonista en sus vidas, comenzando por las actividades básicas de la vida diaria.
Para ello, os vamos  a dar unas recomendaciones para que hagáis en casa. Son cosas tan habituales que seguro que hacéis ya. Y es que podemos estimular durante las rutinas diarias 
  • El momento del baño o del aseo es ideal para la estimulación. Aprovechemos que no tenemos prisa y disfrutemos del momento. Agua calentita, jabón, una esponja suave...Vamos recorriendo el cuerpo del niñ@, suavemente, ayudándole a sentir todo su cuerpo.  También podemos ponerle aceite corporal, o crema hidratante..para hacer la experiencia sensorial más completa.
  • ¡Hora de vestirse! No se puede estar todo el día en pijama. Hay que ayudarle a estructurar bien el día. También tenemos la oportunidad de vestirnos despacio, intentando que sienta cada movimiento de su cuerpo y que colabore, sea ayudando al movimiento o relajando el tono para facilitar la acción. Experimenta con distintos tejidos, con muñecos con peso, ...
  • Cambios posturales: Cambiando de postura vamos a dar más información sensorial, además de otros muchos beneficios. Es conveniente ir alternando distintas posiciones y mejor si las asociamos con actividades diversas: tumbado boca arriba, boca abajo o de lado; sentado en la silla, en el sofá, en un colchón hinchable… Las transferencias entre una postura y otra también son ocasiones para la estimulación.
  • Desplazamientos: Realizar desplazamientos por el suelo, de forma autónoma o con nuestra ayuda,  sobre distintas superficies, "montado" en una toalla o una alfombra. Sentir el traqueteo al pasear en silla de ruedas por el suelo liso, por la acera, y notar también los cambios de velocidad, los giros y las pendientes.
  • Vive la música: Experimenta con distintos estilos musicales, con distintos ritmos. La música no solamente se escucha, se puede mover todo el cuerpo siguiendo su ritmo, sentir la vibración del altavoz en las manos, en el pecho, en los pies..
“Un día a día bien creado puede ser un día a día vivenciado plenamente, donde uno se puede encontrar consigo mismo, con los otros y con los objetos conocidos”.

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